La obra propone en su totalidad 6 espacios bien delimitados y uno recreado a través del trabajo con el músico; un espacio no planteado desde la dramaturgia, pero creado a partir de la historia que Leandro De Souza Rocha armó para sostener su personaje. Este espacio refleja un momento en la vida del joven, y es planteado a través de una imagen.
El bar es el punto de encuentro de los personajes, y el punto de encuentro con el público, allí los protagonistas esperan al espectador para comenzar el relato de aquella noche que supo encontrarlos en el bar, aquella noche que recordarán el resto de sus vidas.
Es en el bar donde el presente se transforma en pasado, donde los personajes comienzan a transitar sus experiencias. Otros espacios comienzan a dibujarse, lugares cargados de afecto y dolor, aquellos lugares que marcaron y desviaron completamente sus vidas.
El bar-la calle- el galpón- el colegio- la casa del hombre- la casa del músico-