La obra originariamente era un monólogo que contenía la historia del personaje del Hombre (protagonizado por Till Silva). Fue escrito para presentarlo en el concurso de Dramaturgia del CCE y es la historia de un hombre (con un profundo amor hacia su carrera) que en su mejor momento profesional es víctima de una acusación que cambia su vida por completo. Había imaginado ese monólogo como un encuentro entre el hombre y un músico (Leandro de Souza Rocha) en un cuarto de pensión. La participación del músico estaba pautada como una presencia desde el silencio, apoyaba al protagonista desde la escucha, aunque por momentos se desentendía y podíamos verlo "convivir" con el hombre en ese espacio. Momentos previos al inicio del proceso de ensayos, se me ocurrió integrar casi como un juego, la presencia de una mujer. Había comenzado a escribir un monólogo sobre un tema que me preocupaba bastante, y que tenía interés en integrar (el cual no haré mención por contener elementos de la historia) aunque no existía relación "aparente" con la historia que quería contar, no habían coincidencias entre la vida de esa joven y la del hombre, pero había que encontrarlas. Entonces se me ocurrió llamar a la actriz con la que tenía pensado trabajar (Micaela Gatti) y le dije: "quiero que pienses que relación existe entre tu personaje y el personaje del músico" (intuía que ella podría tener o haber tenido un vínculo con ese joven - poco sabíamos hasta el momento de su historia - y que Micaela tendría el criterio y sensibilidad como para poder justificarlo). Su respuesta fue brillante y enseguida tomó color. Fue así que pudimos completar y justificar el silencio del músico a lo largo de la trama, y descubrir su historia a partir de la peripecia de la mujer. El cuarto de pensión se transformó en bar, y fue ese espacio el punto de partida del espectáculo, el lugar que reune a los tres personajes, el centro de la acción ¿Cuál es la motivación de cada personaje? ¿Cómo y para qué llegan al bar? fueron preguntas fundamentales para encarar el proceso del trabajo.
Quería centrar la propuesta en el trabajo del actor, lejos de cualquier tipo de efectismo y recurso, quería un espacio lo más despojado posible que apoyara la sencillez de la propuesta, quería un encuentro franco con el espectador "testigo" de esas historias; que pudiera identificarse o encontrar en esas situaciones, lugares o geografías transitados en su propia experiencia. "Así comenzó la noche, así comenzó nuestra amistad, nuestra corta amistad duró apenas seis horas, las seis horas más intensas de mi vida, y fue aquí en este lugar, una noche como ésta" (Fragmento de Ella).
Sebastián Barrios
Quería centrar la propuesta en el trabajo del actor, lejos de cualquier tipo de efectismo y recurso, quería un espacio lo más despojado posible que apoyara la sencillez de la propuesta, quería un encuentro franco con el espectador "testigo" de esas historias; que pudiera identificarse o encontrar en esas situaciones, lugares o geografías transitados en su propia experiencia. "Así comenzó la noche, así comenzó nuestra amistad, nuestra corta amistad duró apenas seis horas, las seis horas más intensas de mi vida, y fue aquí en este lugar, una noche como ésta" (Fragmento de Ella).
Sebastián Barrios